- ¡Tendrás que elegir entre el helado de chocolate y el de vainilla! – Sentenció el moreno actor bahiano con el que salí por unos meses. Todo, cuando se enteró de mis incursiones amorosas con un rubio instructor de artes marciales.
La metáfora entre razas, colores y sabores, me pareció realmente comiquísima.
Finalmente, no me quedé con ninguno de los dos… Descubrí que me gusta más el helado de pistacho…
En la ilustración; un sensual chico de espaldas, dueño de una cálida piel chocolate, que contrasta con un congelado fondo metálico.
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